Guía práctica para clases particulares
Tener un tutor particular parece sacado de un libro de Charlotte Brönte, en el que las gobernantas vivían aún en este mundo y enseñaban a los pequeños idiomas, artes y se dictaban clases de civilización y protocolo.
Sin embargo, tener un profesor particular puede ser una de las mejores oportunidades para aprender un idioma, siempre y cuando dispongas de los medios para poder pagar los servicios de dicha persona. Ya que claro, para un profesor tener un solo alumno, no va a ser demasiado redituable a menos que el precio sea alto. Pero si el dinero no es importante para ti, y si lo es el amor a las artes, las letras y los idiomas, podrás aprovechar de esta oportunidad.
Es cierto que los cursos regulares son buenos, y el aspecto social de tener otros compañeros que hagan preguntas es importante para aprender un idioma, pero sucede muchas veces que, sea porque uno no tiene muchas habilidades con los idiomas y necesita más tiempo para pensar las cosas, o por el contrario que uno tiene un gran talento con los idiomas, y tener otros alumnos de aprendizaje más lentos realentice el aprendizaje, que la opción de ir con un profesor particular se transforma en la mejor manera de aprender efectivamente un idioma.
La razón principal para aprender idiomas con un tutor es que éste se concentrará al 100% en tu persona y en tus capacidades, como también tus necesidades de aprendizaje y en tus objetivos. Lo primero que debería hacer cualquier profesor que se dispone a dictarte clases particulares es hacerte un exámen de nivel lo más específico posible, para conocer tanto tus aptitudes escritas, como orales. A continuación, un cuestionario sobre tus objetivos en el idioma, ¿para qué aprendes el idioma? ¿Cuál es tu objetivo concreto? ¿Qué nivel te gustaria alcanzar a mediano plazo? Siempre imponiéndote metas concretas y alcanzables. Porque si primer respuesta es “quiero hablar en dos meses inglés fluidamente” o “antes de fin de año quisiera ser capaz de entender al Fausto de Goethe en versión original”, esas metas no son ni alcanzables, ni factibles, y te recomendaría que dejes un poco la bebida.
Por supuesto que la posibilidad de tener un profesor particular no significa automáticamente que progresarás en el dominio del idioma. Un 50% del trabajo te corresponde a ti, el estudiante, que deberá esforzarse lo más posible, leyendo mucho, buscando palabras nuevas y tratando de aclarar todas las dudas y preguntas que surjan en el proceso con tu profesor. Si piensas que el profesor hará el trabajo duro por tí, te equivocas. Un tutor personal sigue siendo una persona, pero el hecho de que se le pague por darte clases a ti únicamente, hará que se haga muy reactivo a tus intenciones y motivaciones. Si tu eres una persona que trabaja duro, propone temas, trae preguntas, lee material extra además de lo leído en clase, hace siempre todos sus deberes y se esfuerza por aprender, el profesor hará lo mismo y te traerá más cosas para que leas y aprendas.
Si todo sale bien, el desarrollo de las clases transcurrirán con éxito y aprender en muy poco tiempo el idioma, cumpliendo tus metas.
Es una grata experiencia y sin duda los alumnos aprenden más intensamente.
Gracias Verónica por tu mensaje! La verdad que es una experiencia muy agradable! 😀 Cuéntanos como fue tu experiencia!